El pedal de celesta (una corda en italiano e inglés) desplaza los macillos hacia un lado (en los pianos de cola, golpeando el macillo sobre dos cuerdas en lugar de las tres asociadas a cada tecla) o acerca los macillos a las cuerdas (en el caso del piano vertical), lo que reduce cuantitativamente el sonido y lo hace más dulce.
El pedal tonal (pedale tonale en italiano, y sostenuto en inglés) sólo existe en los pianos de cola (y en algunos modelos verticales de Yamaha). Sirve para crear el efecto llamado "nota pedal", que consiste en mantener durante un tiempo determinado la misma nota o acorde; a diferencia del pedal de sostén, la nota pedal no se ve alterada por las que se toquen después. El efecto se consigue pulsando primero las notas deseadas y después mantener pulsado el pedal mientras mantenemos las notas pulsadas; una vez hecho esto estas notas permanecerán sonando sin verse alteradas por las que se toquen después, a diferencia del pedal de sostén que las va sumando.
La sordina es el pedal más moderno y es exclusivo de los pianos verticales (en los que reemplaza al pedal tonal), aunque su uso no es musical. Al pisarlo, se interpone una tela, normalmente fieltro, entre los macillos y las cuerdas, lo que reduce enormemente el sonido y permite tocar el piano sin molestar a otras personas.
El pedal de sostén al ser pisado libera los apagadores de las cuerdas, lo que permite que la nota siga sonando aunque se haya dejado de pulsar la tecla. En cuanto a la interpretación, este pedal permite la mezcla de numerosas notas y la creación de una melodía y acompañamientos envolventes.

Los pianos de cola tienen tres pedales:
izquierdo: pedal celesta, aunque a veces se reemplaza por el pedal de sordina.
central: pedal tonal
derecho: pedal de sostén
Los pianos verticales tienen dos o tres pedales:
izquierdo: pedal celesta
central: pedal de sordina
derecho: pedal de sostén
A principios del siglo XX, los pianos tenían tan sólo el pedal de sostén y el pedal celesta.